A mis niños de 30 años...o casi (II)

Si naciste en el siglo pasado y eres considerado milenial, este post es para ti. En caso contrario, pues también, aunque a lo mejor muchas cosas no te suenan.



El otro día me pregunto un niño sobre un muñeco que encontró. Era un dinosaurio naranja con un cráneo oscuro con dos cuernos. Claro que sabia que era, era Greymon, un Digimon. El niño me miro con cara rara y entonces me hizo pensar que ya ha pasado un tiempo y que me habia hecho mayor.



¿Quien no recuerda a los Digimons? Esos seres digitales que en cada pelea digi-evolucionaban. Cuantos recuerdos, todos eramos niños elegidos a la hora de comer junto a Tai, Matt y el resto de niños elegidos y sus compañeros Digimon. Eso si que era una serie.



La verdad es que esos dibujos marcaron una época. Bueno, esa y todas las demás: las Tortugas ninja (las antiguas y sus pelis cutres que tanto molaban), Beyblade (todos corríamos a por una peonza mejor y las desmontábamos para unir las mejores piezas como si entendiéramos), Conan el barbaro (y la espada que hacia que los malos mostraran su verdadera cara de reptil), los Power Rangers (y sus increibles mega zords, sus dos pelis y miles de horas jugando en el patio a que eramos Tommy, Jason, Billie, Trinity, Kimberly o Zack), Oliver y Benji (cuanto sufrimos con el newteen, mark lenders, tomy, bruce y demas compañeros para meter ese gol que diera la victoria), Shinchan (no habre cantado veces la intro y nos reimos con el y su peculiar familia), Doraemon (Nobita siempre suspendia y sin embargo ahi estaba Doraemon con su bolsillo magico del que te sacaba un artilujio que arreglaba el día), el Inspector Gadget (menos mal que le ayudaba la sobrina y el perro, sino estabas perdidos) , Meteoro (y su auto maravilloso el Mach-5 que siempre tenia el botón con el artilugio perfecto), los Gatosamurais (los tres integrantes y sus molonas armaduras para defender a los buenos de los malos), los Caballeros del Zodiaco (si hablamos de armaduras, las de bronce Seiya, Shiryu y compañía sufrieron mucho en sus interminables batallas contra el mal) Dragon Ball (Freezer, Celula, Buu fueron los enemigos y luego aliados de los guerreros Z para protegernos de los temidos y amados saiyans que tantos momentos nos entretenían), Medabots (la fiebre de los robots combatientes y compañeros contra el mal), Pokemon (hazte con todos, ya de sobra conocidos y que dentro de poco tendrá en cines su adaptación, Pikachu, Charmander, Squirtle y así hasta 151, luego 251 y aumento hasta los más de 800 actuales), He-man y los masters del universo (luchando con su cobarde tigre que se convertía en la más fiera de las bestias tras gritar por el poder de Greyskull), los VR Trooper  (3 adolescentes que defendían la realidad virtual de Grimlord), Mister Bogus ( ese amarillo simpaticon que se quejaba por todo y tenia la habilidad de convertirse en aquello que quisiera), Walter Melon (detective que asumía cualquier disfraz para ser su "héroe de alquiler" y resolver el más dicharachero de los casos)...



Seguramente me deje en el tintero a Mortadelo y Filemon, Silvan, los DragonFly y miles de series que acompañaban horas de dibujos animados como los Looney Tunes.



Pues a todos los que recuerden varios de estas series, estar orgullosos de que pertenecéis a la mejor generación del mundo.

A mis niños de 30 años...o casi (I)

Si has entrado a este blog es porque ya rondas la treintena o estas a las puertas de ello. Tranquilo, aqui estas libre de esas incomodas preguntas tales como "¿Tienes novi@?" o expresiones como "Debes encontrar algo estable", " Se te va a pasar el arroz" o la coletilla preferida en estos tiempos: "Ya tienes edad para..." y todo lo que sigue desde sentar la cabeza, comprar una casa o incluso casarte.

Por el contrario, puede que tu vida sea idilica: tengas la misma pareja desde que nacisteis, seguro que hasta os ponían los pañales a la vez incluso; ya posees un trabajo estable en el cual llevas desde que saliste de tu carrera llena de matriculas y premios, cobrando un sueldo de ejecutivo; y tienes la suerte de ya tener casa y coche propio. En ese caso, despierta, vives en Matrix.

Esa gente que tiene la vida perfecta antes de cumplir los 30 debería estar prohibida. La vida hay que vivirla, no llegar lo antes posible al nivel de confort y acabar la partida pronto.

Mucha gente se traumatiza con la llegada de los 30, porque creen que sino encuentran el amor, el trabajo perfecto y compran todo lo posible, ya no lo podrán obtener. Y ese es el mayor error del mundo.

Como decía un refrán, las prisas son malas consejeras.

En los días que corren, encontrar el amor es algo que debe surgir. Claro que se puede conocer gente, salvo que te guste la soledad. Pero no debemos forzar los latidos del corazón. Porque uno cuando quiere dormirse, no cierra los ojos y dice dormir y se duerme, sino que sucede un proceso neuronal y muscular de relajación que lleva su tiempo. Y eso es exactamente lo que ocurre con el amor, debe surgir. Puede que a estas alturas de la vida te hayas llevado tantas leches que ya no creas en el amor, bueno, es lo que dices, pero cuando aparece esa persona que despierta ese sentimiento se acaba el no creer y se acaban las prisas, te dejas llevas por los raíles de la locomotora de tu corazón.

En cuanto al trabajo, es el mejor momento para equivocarte, puesto que más adelante tendras todo un mar de responsabilidades y gente que dependera de ti. Ademas, no nos engañemos, a partir de los 50 el trabajo en la mayor parte de los casos decae y las grandes oportunidades surgen en la juventud.

Por tanto, mis niños de 30 años o casi, disfrutar de la vida.

Bienvenidos

Bienvenidos a este blog.

Este blog esta destinado a todos aquellos que les apetezca pasar un rato leyendo algo interesante, curioso, emotivo e informativo. Estará enfocado al ocio que cada uno tenemos en nuestras vidas y alguna cosa más (por eso es un desván). 

Quiero dar las gracias a todo aquel que entre por participar en mi proyecto. Es algo que tengo mucha ilusión de realizar y pondré todo de mi parte para llegar a todos aquellos que quieran. 

Un saludo y espero que aquí encontréis aquello que buscáis.